sábado, 26 de diciembre de 2009

La Importancia de Compartir a Jesús

La idea que quiero compartir es la importación y necesidad de compartir a Jesús con los que nos rodean.[MATEO 5:14-16]

"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."


Bueno, para introducir un poco la idea que quiero comentar voy a empezar por contar mi testimonio desde que entré en la universidad, y ya a partir de ahí podréis entender mejor de lo que hablo. Bueno, estudio trabajo social y estoy en segundo curso, una carrera muy bonita cuyo fin es ayudar a las personas que lo necesitan. Bueno desde que estoy en esta carrera, compartiendo vida con mis compañeros me he dado cuenta de la falta de Dios que hay en el mundo. DESCRIPCIÓN DE MIS COMPAÑEROS. Mis compañeros son mayoritariamente gente joven, gente que el día que no se droga o hace cualquier locura…no es un día normal para ellos. Son personas que creen saberlo todo y haber encontrado el sentido de su vida, que no es otro que: vivir sin frenos, una especia de carpe diem pero desorbitado. Por lo general son irrespetuosos, mostrando rechazo sobre todo en el ámbito sexual, comentarios de “vives cohibido por una institución religiosa, deja de vivir para tu Dios y empieza a vivir por tus impulsos, no te reprimas, etc. Pero lo que más me llama la atención es que todas sus críticas, todas sus digamos “difamaciones” no tienen fundamento, porque no conocen, hay mucha ignorancia. He llegado a oír frases como por ejemplo:

- [Profesor] “...como los evangélicos, que no pueden donar sangre…”

- [Alumno] “…porque la diferencia es que vosotros no creéis que Jesús haya venido…”

- [Profesor] “…los evangélicos son una secta que nace de los pentecostales…”

Esto la verdad es que me deja de piedra. Pero no esto lo que más preocupa, lo que más preocupa es que creen que pueden vivir sin Dios, sin ayuda, no necesitan de nadie, solo de ellos mismos. Por esto necesitamos estar dispuestos a darles a conocer al Señor, porque lo necesitan, porque son vidas aparentemente llenas, pero sinceramente vacías. Y no solo en la universidad, no hace falta que os diga como está el mundo.

El testificar es muy importante y supone una gran responsabilidad. Una vez oí a Pablín creo que fue que repetía una frase de alguien famoso que decía “quizás seamos el Jesús más cercano que tengan algunas personas en sus vidas”. Quizás seamos la única oportunidad o lo más cerca van a tener a Dios en sus vidas. Por este motivo, no debemos perder la oportunidad, porque hay tantas vidas que necesitan de Dios que no nos podemos permitir el lujo de avergonzarnos, tener miedo (como decía mi padre el domingo pasado). No podemos perder la oportunidad. En mi universidad, siendo la gente como es…SIEMPRE ME PREGUNTAN, siempre tengo la oportunidad de compartir lo que pienso, lo que siento, etc. Se que no todos estudiamos en la universidad pero Dios dispone posibilidades en cualquier lugar, en nuestro trabajo, en nuestro edifico, en todos los lugares.

Hay que tener otro aspecto en cuenta. Que no solo hay que compartir ideas, sino compartir con nuestra vida. Hay varias formas de ver esto:

- Una de ellas es, compartir con nuestro ejemplo, compartir un testimonio que no solo se quede en palabras sino que se refleje en nuestros actos, en el día a día, porque ser cristiano como me dijeron en una charla, es ser un mini Cristo, y la gente conoce tu responsabilidad, y esperará a que falles para poder replicarte.

- También hay que compartir nuestra experiencia con Dios. Hacer ver a los demás y testificar del cambio que Dios ha hecho en nuestras vidas, lo que nos aporta y les puede aportar.

Por lo que ya he dicho antes, y volviendo a la idea principal hay que darle importancia y ver la necesidad de compartir a Jesús, es importante dar testimonio y dar a conocer a aquel que da sentido a nuestras vidas. Es importante porque son vidas vacías que (por mucho que lo nieguen) necesitan ser llenadas. El mundo tal y como está ahora lo necesita y necesita de personas dispuestas que predican su palabra a viva voz y con sus actos.

[ROMANOS 1:16-17]

"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por fe vivirá"

martes, 22 de diciembre de 2009

La recompensa de la Fidelidad

Una de las historias más bonitas y de las que más me gustan que aparecen en la Biblia es la historia de José, una historia que conocemos todos y como hoy hablaremos de las enseñanzas que podemos aprender de los héroes de la fe y de lo que Dios ha hecho con ellos, por eso voy a hablar de José, un héroe como la copa de un pino.

La vida de José como muchos sabréis no fue nada sencilla, nada agradable ni nada divertida. Hijo de Jacob era el menor de ¿Cuántos hermanos? 12. José tenía muchos dones y a los ojos de Dios (como todos nosotros) era especial. José era recto en su fe. Pues aún así José fue vendido como esclavo a Egipto. Vale, la primera en la frente. Yo imagino preguntándose porqué le estaba pasando todo eso. No creo que sea nada agradable ver como tu propia familia te vende para deshacerse de ti.

José ya tenía un motivo para perder su fe y abandonar su fidelidad en el Señor.

Cuando llegó a Egipto vio donde tendría que servir, en aquella época casi era un privilegio morir al instante de ser esclavo porque sino morías, tu vida pasaba a ser una agonía horrible. Cuando llegó le obligaron a trabajar, a hacer trabajos de labranza, cargar y descargar piedras, y todo esto gracias a sus hermanos. Ya tenía otro motivo para abandonar su fidelidad en el Señor.

Después de esto José, que se ganó la confianza de Potifar, entró en la cárcel por una mala mujer (y es cuando la interpretación de sueños, etc.). José, un chico que no había roto un plato nunca, que honraba a Dios con su vida ya era esclavo, obligado a hacer trabajos forzados y encima en la cárcel. Por si fuera poco, ya tenía otro motivo para abandonar su fidelidad.

La historia de José no es una historia de desolación, es una historia de esperanza. Porque José, a pesar de todos los problemas, a pesar de que su familia le diera de lado, de que fuera esclavo, de que pusieran en duda a su Dios, a su palabra, a pesar de que José estuviera en la cárcel, José fue fiel al Señor y esa fidelidad, dio su fruto.

José puso toda su convicción y su fe en Dios, a pesar de los problemas y Dios le hizo prosperar. Y esto es, por varias razones, lo que nosotros debemos aplicar a nuestra vida, no porque lo haya hecho José, sino porque es lo que Dios espera de nosotros y es lo mejor para nuestra vida:

- Honrar a Dios con nuestros actos: (Génesis 40:8) José, aún en la cárcel, tuvo a Dios presente en todo momento. En este versículo los oficiales quieren que sus sueños sean lo central, pero José se encarga de volver el tema hacia Dios, en vez de aprovechar la situación en beneficio propio. Nosotros debemos siempre de tener a Dios en el centro de todas las cosas, sean malas o buenas. Debemos tener a Dios presente y no perder las oportunidades de compartir de él en cualquier oportunidad, etc. A pesar de las aflicciones que tengamos, Dios debe estar en el centro de nosotros, que no sean los problemas lo que aleje a Dios de nosotros. Que nuestros actos reflejen la obra de Dios en nosotros es otra forma de fidelidad y de compromiso con el Señor.

- Mantenernos fieles ante los problemas: Es difícil y muy complicado que los problemas y aflicciones nos sean irrelevante, porque no lo son. Pero Dios no nos abandona en ningún momento. Nunca la fe ha sido un trabajo fácil para el creyente. Dios muchas veces pone a prueba nuestra fe y nosotros debemos responder a esa prueba defendiéndola y creyendo en el poder que tiene Dios. En Daniel 3: 16-17 estos chicos frente al horno proclamaron que Dios PUEDE. Dios puede hacer cosas grandes cuando nosotros nos mantenemos firmes en esta promesa. Por eso estos chicos no ardieron en el horno y por eso José, después de todo lo que le había pasado, salió del hoyo para convertirse en una de las figuras más importantes de Egipto. Cuando dejamos nuestra fidelidad a un lado y nos dejamos destruir por nuestros problemas y es cuando nuestra propia incredulidad puede hundirnos incluso más.

La fe es la seguridad de las cosas que se esperan, o sea, que la seguridad es la confianza, y en nuestra alma debe de arder la confianza de que un día el propósito de Dios se cumplirá, por poco probable o poco razonable que parezca en ese momento.

Debemos de mantenernos firmes delante de todos los problemas, debemos creer que Dios tiene el poder para restaurar, aunque todo vaya en contra. Él es poderoso para cambiar todo, y si desde lo más bajo sacó a José, a nosotros también nos podrá elevar. Glorifica con tu vida y cree que Dios puede hacerlo. Y verás como Dios desde lo más bajo, te va a elevar.


1ª Pedro 1: 8-9

A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

A tod@s (y yo el primero que me incluyo)

Es muy difícil vivir como un cristiano en este mundo porque no encajamos, no somos de este mundo. No encajamos porque NO NECESITAMOS encajar, vivimos para Dios y no para el mundo. Este es el gran problema de todos y me incluyo. Este mundo es tan persuasivo, tan mezquino y lleno de maldad. Mi padre tiene un libro de pensamientos cortos y en uno de ellos dice: Pueden haber dudas de la existencia de Dios, pero de la existencia de satanás no cabe la menor duda.

Es muy difícil chicos vivir en este mundo porque satanás juega en casa, estamos en su territorio, él lo sabe y por eso hace cada vez más daño. Y ahí es donde entramos nosotros, porque satanás nos ataca y Dios es el único escudo. Ahora respóndeme y respóndete, ¿de verdad tienes esa armadura? ¿Cómo de grande es esa armadura? ¿Cuánto puede llegar a resistir?

Mirar, es muy duro ver como los cristianos nos contagiamos del mundo, no debemos permitir acomodarnos a este mundo porque este mundo no es donde debemos estar, no nos llega ni a la suela del zapato. Aléjate del mundo, aléjate, no tiene nada bueno para ti, la gente sin Dios solo son almas perdidas, ¿crees que eso quiere Dios para tu vida? ¿Alguna vez has pensado en el propósito que tiene Dios para ti? ¿Has pensado que Dios quiere lo mejor para ti y que no siempre tiene que ser lo que tu quieras? No puedes dividirte, no puedes decir que eres creyente y a la vez disfrutar de los “frutos” que da este mundo. Debes alejarte porque lejos de Jesús no hay nada bueno, ¿placentero? ¿Te sientes a gusto haciéndolo? Y ¿cuánto tiempo crees que va a durar? ¿Cuánto tiempo de tu vida vas a perder dedicándolo a cosas limitadas de tiempo, a cosas agotables, a cosas superficiales?

¿Quieres drogarte? ¿Quieres tener un novio no cristiano? Adelante, Dios no es un policía y no te va a poner una pistola para que no t alejes de él. Escucha, tú puedes conformarte por menos de los mejor, con menos de lo que Dios quiere para ti, Dios te hizo libre, pero aquel que te ha dado la libertad merece que le entregues tu vida, porque demuestra día a día que no hay nada bueno lejos de él.

¿Que es duro seguirle? Por supuesto que lo es, es muy difícil. Seguir a Jesús siempre supone pagar un precio. Pero no hay mejor cosa que llenar tu vida de él. ¿Por qué?

Porque Dios te ama, sin condiciones, no importa el que ni el cuando ni el donde, te ama sin condiciones. Como Dios no te odia, como él te AMA SIN LIMITES, entonces no puedes justificar las tonterías que haces.

Debemos poner todo, ABSOLUTAMENTE TODO, delante de Dios, arregla tu relación con Dios, pon tus papeles en regla. Ora, ora porque necesitas estar cerca de él para tener una firme armadura, una armadura y una buena espada para pelear por aquel que te ha dado el placer de vivir y de vivir en torno a él y conforme a su voluntad.


Y quiero que sepas que hay alguien que te escucha y que siempre siempre siempre.... PERDONA.

Un amor sin medidas

Siempre hablamos de esta faceta del Señor y casi la tenemos más asumida que nuestro propio nombre. Yo estoy convencido que antes de pronunciar: papá y mamá, dije Dios es amor. Incluso de pequeño cantaba la canción de Dios es amor la Biblia así lo dice, en el capitulo 4 versículo 8 primera de Juan. Es algo que conocemos muy bien y es algo que casi inconscientemente decimos.

Yo quiero hablar del amor de Dios, y más en concreto de su amor INCONDICIONAL. En este curso mi padre me dejó el libro de “El regreso del hijo pródigo”. Os recomiendo el libro (el cual no me he terminado) porque es un libro que os va a enriquecer y bendecir de una manera increíble. Este libro me ha ayudado a ver como Dios es tan misericordioso que no pone condiciones para amarnos, ninguna pega a la hora de desprender su amor por nosotros.

[Leer la parábola del Hijo Pródigo]

Muchas veces olvidamos la premisa más central de la Biblia, que Dios es amor y aquí vemos un ejemplo totalmente válido aunque insignificante (a comparación del amor del Señor) de hasta donde llega este amor incondicional. Dos figuras son bien marcadas en este texto: la figura del padre y la figura del hijo. El hijo (nosotros) abandona la casa del padre, creyendo que por sí solo puede hacer todo lo que quiera, que es mayor y consciente para vivir su vida lejos de la casa del padre.


Cuando nos alejamos de la casa del padre (es decir, cuando estamos distantes de Dios) no somos conscientes de lo indefensos que estamos. El estar en casa (cerca del Señor) es una situación totalmente plácida donde recibes muestras de amor constantes, una voz que dice que te quiere y que no te va a dejar de querer. Pero como nuestra condición humana es de la forma que es, esa voz no se nos hace tan atractiva como las demás voces que podemos, las cuales a veces atendemos más que la propia voz de Dios.

El amor que regala el padre es un amor sin nada a cambio, no pide explicaciones, te quiere porque sí, porque no hay nada que le haga cambiar de parecer, porque es un Dios de amor que quiere que te sientas querido hagas o no hagas cosas magníficas. Sin embargo el amor que nos da el padre, que nos regala el padre se camufla muchas veces con otras voces. Voces que quieren que tu seas digno de recibir amor, voces que te dicen que hagas cosas para merecerlo, que ese amor debes ganártelo, que ese amor necesita de una condición para ganarse, a condición de… Y a medida que respondemos a esas voces, voces que quieren que te superes para alcanzarlo, vas sintiendo que ese amor cada vez está más lejos, que no te llena, que haces méritos pero no lo consigues.

¿Qué clase de amor te dan esas voces fuera de la casa del padre? Esas voces te incitan a alcanzar un amor puramente carnal, material, vacío, un amor que solo se llena de vicio, de cosas vanas y, a largo plazo, muy poca satisfactorias. Este es el amor que las voces nos incitan a buscar, un amor lejos de nuestro amor verdadero. Este amor puede ser placentero…puede, pero a largo plazo no consigue llenar, ¿porqué? Porque siempre hay algo de ti que vas a tener que hacer para ganártelo, y que desde luego no es de agrado de nuestro padre.

Son voces muy persuasivas que se escuchan muy altas. Estas son las voces que siguió el hijo de la parábola, y mirar como acabó. En el momento en el que el hijo decide volver a casa seguro que pensó lo que todos alguna vez hemos pensado: madre mía pero como puedo ser así, me voy por la cara, y con más morro que espalda vuelvo a casa, ¿con qué cara me presento allí? A mi eso me ha pasado siempre que iba a casa con un pantalón roto.

Ya me imaginaba a mi madre diciéndome: “Pues ahora te vas a clase sin pantalones, y el roto ese te lo va a arreglar rita la cantaora”. ¿No? ¿No hubiera sido lo más justo? Eso pasa mucho con los niños pequeños en el parque, que la madre le dice: “Ten cuidado que te manchas, ten cuidado que te manchas, ten cuidado que te manchas, etc.” ¿Qué creéis que pasaría? Pues que el niño se acaba manchando. Bueno, pues después de todos esos avisos, la madre no se acerca y le dice: “Ya te has manchado, ahora le toca limpiarlo a la tonta ¿no?, pues te dejo de querer hasta que tu mismo te laves los pantalones y los dejes como los chorros”. ¡No!, tu madre te coge te lleva a casa y te lava los pantalones.

Bueno, y si un padre/madre puede hacer esto, ¿no lo va a hacer el Señor? El hijo cuando volvió sentía miedo porque había decepcionado al padre, porque se había guiado por las voces que no le daban el amor que verdaderamente necesitaba. Y cuando vuelve a casa del padre este le recibe con los brazos abiertos. Le da igual lo que haya hecho o haya podido hacer, le da igual todo, solo le importa que el hijo al que NUNCA DEJÓ DE AMAR, había vuelto a casa, y así podría mostrarle el amor que no requería de condiciones y actos increíbles.

Este es nuestro Dios, que aún alejándonos de su casa, Dios nos espera con ansia de que volvamos para así darnos el amor que necesitamos. Dios nos regala su amor, un Dios celoso. Tenemos un Dios que no le importa lo que hayas hecho, no hay nada que le haga plantearse si merece amarte. La Biblia dice que siendo aún pecadores, envió a su hijo Jesús a morir por nosotros. Todo el mundo conoce Romanos 3:23

Por cuanto todos pecaron….y están destituidos del Reino de Dios”

Bueno pues una buena prueba de ese amor gratuito está en el siguiente versículo (del cual nos acordamos poco), un amor dado únicamente por gracia:

“…siendo justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús”

Tenemos un Dios que nos ama porque sí, un Dios que se entristece cuando nos vamos de su casa, ya que él no nos obliga a estar con él, pero aún con eso, está siempre con los brazos abiertos, deseando darnos su amor que no necesita de actos, sino de fe. Tenemos la bendición de que Dios nos ama y que quiere que volvamos con él. Y la mayor prueba de su amor incondicional se encuentra en Romanos 8,38-39:

“Por lo cual estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”

(Orar: que no nos alejemos de su amor, que no pongamos trabas en ese amor incondicional y que podamos experimentar es amor de una forma total)

Dedicado a Dios en primer lugar por encima de todo.

Dedicado a Ana, quien me ha abierto los ojos muchas veces y si Dios lo permite, lo seguirá haciendo.